sábado, 2 de noviembre de 2013

Los efectos de la formación musical en la niñez relacionado con la plasticidad del cerebro.


Los adultos mayores que tomaron clases de música en la niñez, pero no han jugado activamente un instrumento en las últimas décadas tienen una respuesta más rápida del cerebro a un sonido del habla de las personas que nunca han jugado con un instrumento, según un estudio que aparece en la revista Journal of Neuroscience. El hallazgo sugiere que el entrenamiento musical temprano tiene un efecto duradero y positivo en la forma en que el cerebro procesa el sonido.


Con la edad, a menudo se experimentan cambios en el cerebro que pone en compromiso la audición. Por ejemplo, los cerebros de los adultos mayores muestran una respuesta mucho más lenta a los sonidos que cambian rápidamente, lo cual es importante para la interpretación de la palabra. Sin embargo, estudios anteriores que aquellas disminuciones que se relacionan con la edad no son inevitables: los estudios recientes de músicos sugieren la formación musical de toda la vida puede compensar estas y otras disminuciones cognitivas.

El estudio actual de Nina Kraus, y otros  profesionales en la Universidad Northwestern,  se basó en si la formación musical limitada a la temprana edad se encontraba asociada con los cambios en la forma en que el cerebro responde a décadas más tarde. Ellos encontraron que los participantes que más años de estudio pasaron tocando instrumentos, eran  los más rápidos al responder a un sonido de habla.

"Este estudio sugiere la importancia de la educación musical para los niños de hoy y durante décadas de envejecimiento saludable a partir de ahora", dijo Kraus.

Para el estudio, 44 adultos sanos, de edades 55-76 años, escucharon una sílaba sintetizada ( "da" ), mientras que los investigadores medían la actividad eléctrica en el tronco cerebral auditivo. Esta región del cerebro, procesa el sonido y es un centro de información cognitiva y sensorial. Los investigadores descubrieron que, a pesar de que ninguno de los participantes en el estudio después de no haber tocado un instrumento en casi 40 años,  aquellos que completaron 4-14 años de formación musical a temprana edad tuvieron la respuesta más rápida con el sonido del habla (del orden de una milésima de segundo más rápido que aquellos sin formación musical) .

Ser una milésima de segundo más rápido puede no parecer mucho, pero el cerebro es muy sensible a la sincronización y una milésima de segundo compuesto por millones de neuronas puede hacer una diferencia real en las vidas de los adultos mayores. Estos resultados confirman que las inversiones que hacemos en nuestro cerebro temprano en la vida nos sirven a lo largo de esta.


Referencia:

No hay comentarios:

Publicar un comentario