Obtener un diagnóstico del
VIH solía ser una sentencia de muerte. En los 30 años que han pasado desde que
el virus fue identificado por primera vez, decenas de millones en todo el mundo
han muerto por causas relacionadas con el VIH, a menudo a una edad temprana. Pero
el desarrollo de nuevos fármacos a partir de mediados de los años 90 ha
transformado las tasas de supervivencia a largo plazo. Ahora estamos viendo lo
que muchos de ellos nunca pensaron posible - un número creciente de personas
mayores que viven con el VIH.
Se está observando gente de 50, 60, 70 y 80 años de edad, algunos de los cuales han adquirido recientemente el virus. El Dr. David Asboe, consultor en medicina del VIH en el Hospital de Chelsea y Westminster y presidente de la Asociación Británica del VIH manifiesta que la mayoría de la gente piensa que las personas mayores no son tan susceptibles a la infección, debido a la creencia errónea de que a medida que las personas son mayores, no participan en actividades sexuales que son riesgosas, cuestión que desde luego no es cierta.
Uno de cada cinco adultos tratados
por el VIH en el Reino Unido en 2011 fue de 50 años o más - en comparación con
sólo uno de cada nueve en 2002, según la Agencia de Protección de la Salud (
HPA ) cifras. Muchos han vivido con el virus por años, pero también hay un
número creciente que están adquiriendo en la vida posterior.
Este estudio del VIH duró dos años y se
llevó a cabo por una asociación entre Keele y universidades de Westminster y Chelsea,
con otros hospitales y entidades de salud. Se basa en más de 100 entrevistas
con personas que viven con el VIH desde los 50 a los 80 años y los expertos en
la materia.
El proyecto encontró que el envejecimiento con VIH trae una serie de inquietudes. Muchos sintieron que había un estigma especial relacionado con el VIH, ya que de alguna manera marcó " promiscuidad inapropiado para la edad “.Lo que indica que hay una noción en los adultos mayores de que serán vistos como seres inferiores - que hay algo particularmente indigno, o particularmente apropiado en la edad adulta.
El proyecto encontró que el envejecimiento con VIH trae una serie de inquietudes. Muchos sintieron que había un estigma especial relacionado con el VIH, ya que de alguna manera marcó " promiscuidad inapropiado para la edad “.Lo que indica que hay una noción en los adultos mayores de que serán vistos como seres inferiores - que hay algo particularmente indigno, o particularmente apropiado en la edad adulta.
Muchas personas mayores se
sienten tan avergonzadas de su condición de VIH que no son capaces de decirles
a sus familias, amigos y vecinos. Los que no tienen una pareja a menudo temen
que van a terminar sus vidas en paz. Y luego está la incertidumbre sobre su
salud. Rosenfeld compara la primera generación de envejecimiento con el VIH a
los primeros hombres en la luna y dice que cualquier enfermedad crónica es incierta por
definición. Tiene días buenos y días malos, pero enr el VIH y el envejecimiento
hay mucha más incertidumbre. Esto hace alusión de que si una
persona infectada tiene un síntoma, no sé sabe si es debido al proceso de
envejecimiento normal o el VIH. Las personas terminan siendo hiper -conscientes
de sus cuerpos, llegando a la hiper- ansiedad.
Es la gama de incertidumbre
que puede ser tan debilitante, alimentando los altos niveles de depresión entre
los que participaron en el estudio.
Asimismo Rosenfeld asegura que las necesidades particulares de las personas mayores que viven con el VIH deben ser acreditados. Debido a que quienes contrajeron el VIH a los 25 años nunca se imaginaron un futuro en absoluto. Y luego están las personas de 50 años de edad o 60 años, con hijos y nietos que habían imaginado un futuro cierto y que habían pasado años planeando para ello y ahora, de repente, todo es diferente y muchos están de luto por el futuro que pensaron que tendrían, lo que implica que tanto los gobiernos como los especialistas en la salud física y mental debemos de seguir abogando para asegurarse de que los sistemas de salud estén preparados para ser capaz de tratar a las personas de edad que viven con el VIH y para asegurarse de que las personas no siguen siendo estigmatizados .
Asimismo Rosenfeld asegura que las necesidades particulares de las personas mayores que viven con el VIH deben ser acreditados. Debido a que quienes contrajeron el VIH a los 25 años nunca se imaginaron un futuro en absoluto. Y luego están las personas de 50 años de edad o 60 años, con hijos y nietos que habían imaginado un futuro cierto y que habían pasado años planeando para ello y ahora, de repente, todo es diferente y muchos están de luto por el futuro que pensaron que tendrían, lo que implica que tanto los gobiernos como los especialistas en la salud física y mental debemos de seguir abogando para asegurarse de que los sistemas de salud estén preparados para ser capaz de tratar a las personas de edad que viven con el VIH y para asegurarse de que las personas no siguen siendo estigmatizados .
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